Gaitango, Barra Libre de Poesía

✍🏼 Redacción Escribe GermaDor [ @germador_ ]

📸 Instituto Distrital de las Artes [ @idartes ]

📍 Teatro Jorge Eliécer Gaitán (Carrera 7 No. 22 – 47)

El Tango es un género musical y una danza, autóctona de las zonas de Río de la Plata (Argentina 🇦🇷) y Montevideo (Uruguay 🇺🇾).

El género musical nació entre las clases bajas de ambas ciudades [Buenos Aires y Montevideo] como una expresión originada de la fusión de elementos de las culturas afro-argentinas y afro-uruguayas, auténticos criollos e inmigrantes europeos. Como resultado artístico y cultural de este proceso de hibridación, el Tango es considerado hoy en día como uno de los principales signos identitarios del Río de la Plata.

En el origen del Tango hubo tres aportes negros decisivos: el originario del Río de la Plata, que es el candombe; el procedente de Cuba, que es la contradanza europea convertida en habanera, y la milonga, oriunda del Brasil, traída por los soldados del ejército de Urquiza, y que con el tiempo llegaría a las orillas de Buenos Aires. Los tres elementos se refundirán en el Tango. Luego éste recibirá otros aportes de la inmigración, hasta transformarse en el primer fruto musical de sincretismo. Buenos Aires era el último puerto del mundo: los artistas y los marinos llegaban a ella con toda la música recogida en los puertos del trayecto. Y la larga estadía de los barcos en cada puerto daba tiempo para el contacto y el intercambio con los habitantes.

La historia del Tango en Colombia se remota a inicios del siglo pasado, específicamente en el año de 1913, ya que según investigaciones compañías de cuplé y teatro trajeron un repertorio llamado ‘Tango Andaluz‘ que hacía parte de la zarzuela desde mediados del siglo XIX. Pero tuvo mayor furor el día en que Gardel piso tierras colombianas, donde Medellín y Cali quedaron atadas a su música.

«Llegué al Tango como surgen los milagros apretando las manos y cerrando los ojos. Llegué de una manera poco convencional. Recuerdo que en el 97 mi abuelito materno Germán le escribía a mi abuelita poemas en esquelas perfumadas, donde él con su boina, sus lustrados zapatos de charol o cuero y su pluma que guardaba en su bolsillo la usaba para escribirle lo que a él se le dificultaba decirle a su ‘May‘ como la llamaba cariñosamente. Y de fondo sonaba Gardel, Goyeneche, Mauré, Rivero… entre otros. Y me causaba emoción oír esas melodías bohemias y le ponía atención a esas románticas y poéticas letras, y me preguntaba ¿Cómo algo tan melancólico puede alegrar tantos corazones? Y fui creciendo y me distancié del género, porque empecé a descubrir otros mundos en distintos géneros musicales. Después entré a estudiar comunicación social y periodismo y más música se me empezó a presentar.

Y como arte de magia vuelvo al Tango, vuelvo a la melancolía de una noche, a las frases directas e inconclusas. Volvería aún sabiendo que no estás, aún creyendo que estarás ¡Vuelvo gracias a la desgarradora voz de @valerialimamusica quien hizo de rimas, corazón (mejórate pronto). Gracias al @quintetoleopoldofederico por conmoverme y cicatrizar (mis) heridas. Gracias a @soyginamedina e @ivanovalle1 por ser capaces de dibujar la música con sus cuerpos. Gracias al @idartes y al @teatrojeg por barra libre de poesía. Y gracias a @catuvalencia por la invitación!» Afirma Germán Malaver (editor general y periodista cultural de @germador_ y locutor en @colmundoradio).